
Son muchas las ocasiones a lo largo de la vida en las que tu paciencia puede llegar al límite, en las que sientes rabia por lo que está pasando a tu alrededor y no encuentras forma de cambiarlo. El problema de esto es que te encabronas contigo mismo, te ciegas y no ves salida.
Por suerte, siempre llega ese otro momento en que lo paras todo, pones la mente en blanco y dejas que las ideas fluyan libremente, sin censura, sin control. Es en ese momento en el que puedes ver la salida o la alternativa.
Ahora, como mínimo, veo una posibilidad y esto da fuerzas para seguir adelante y empezar a sentar las bases para el cambio.
Gracias Robertos.
3 comentarios:
Great!!!! Esperamos acontecimientos...
Este es el segundo paso! FELICIDADES
ahora a por el tercero ;-)
ya nos contarás!
Pues vaya no se porque pero Felicidades!
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